Parkour: un arte, una filosofía, una manera de ver la vida
Isaac Prado lidera un grupo de muchachos que practican el arte-deporte Parkour desde hace dos años y medio. Son un grupo de treinta y dos chicos y chicas que oscilan entre los doce y veinticinco años. Hacen del Teatro de la Ciudad su zona de entrenamiento, vestidos con camisetas que han diseñado y citándose para sus recorridos a las cinco de la tarde, lunes, miércoles y viernes.
Nos platica Isaac: es un arte, una filosofía, una manera de ver la vida. El Parkour inicia con el llamado método natural como base del entrenamiento militar francés. A través de su iniciador, David Belle.
Las instalaciones del Teatro están abiertas y confiesan no tener problemas con las autoridades del lugar. Incluso preguntamos a un guardia de seguridad por ellos y nos indicó dónde encontrarlos y a qué hora.
Para lograr ser hábil en el Parkour se requiere de una gran capacidad, de preparación física y mental. Los chavos no dudan en ninguno de sus saltos y sin tener un entrenador oficial, se dan su tiempo para calentar en grupo y enseñarse entre ellos nuevas técnicas trucos y consejos. Al principio no podía yo hacer cosas, igual varios que van comenzando, pero si te preparas físicamente el cuerpo te da más posibilidades de hacer nuevos movimientos y tú solito te vas animando y vas avanzando mentalmente
Estos jóvenes lo hacen por iniciativa propia y están organizados, tienen horarios, lugar de entrenamiento y uniforme. La camaradería es latente y sus ganas por salir de la prisión del conformismo invitan a no quedarse sentado. Después de verlos uno quiere ir saltando por cualquier lugar.
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